Uno de los principales beneficios radica en que el poliéster tolera mejor que cualquier otra fibra la exposición solar. Es un material idóneo para resistir a los cambios climatológicos. Su alta resistencia a la abrasión lo convierte en un material perfecto para utilizarlo en las construcciones que van a permanecer a la intemperie.
Completan su relación de ventajas las siguentes:
- Mayor resistencia a la corrosión, a los rayos UV y a las sustancias químicas.
- Precisa un mínimo mantenimiento y tiene una excelente durabilidad.
- Su peso es mínimo, lo que redunda de una excelente manejabilidad.
- Mejor aislamiento eléctrico.
- Buen comportamiento ante pesos y cargas.
- Menos gasto en su construcción y mantenimiento, como ocurre, por ejemplo, en el caso de las piscinas de poliéster frente a las de construcción tradicional.